No estamos destinados a amar deprisa, sin pausas, sin preámbulos.
No estamos destinados a querer sin razón, aunque la razón sea, precisamente, la falta de razones que podemos darle al hecho de dejarnos el corazón anidado en otro pecho, en otras manos.
No estamos destinados a renunciar al amor por la fe ciega, por el miedo, por el «no sé qué habrá después», o el deseo de que, en nuestro último aliento, estemos abriendo las puertas a algo mejor. Lo mejor es el aquí y ahora.
Estamos destinados a respirar con las canciones que nos sobrecogen, a coger aire con fuerza, con ganas.
Estamos destinados a respirar con las canciones que nos sobrecogen, a coger aire con fuerza, con ganas.
Porque pisas un suelo, porque degustas una comida, porque bebes un buen vino. Porque proporcionas vida, porque inventas, porque creas, porque meces entre tus brazos la libertad de ser, de existir, de cometer errores garrafales. Porque sobrevives a ti mismo, al mundo, al despiste de vivir, a las heridas en las rodillas, a las lágrimas. Porque sientes, te mueves, giras al mismo tiempo que la Tierra. Porque miras al cielo cada noche; recordando a los que has perdido por el camino, deseando que, allá donde estén, sean felices. Y sean conscientes de quiénes son. Porque no necesitas más porqués para salir ahí fuera y recordar que, aunque no lo sientas, formas parte de algo enorme, de algo que sobrepasa los límites del entendimiento.
.jpg)
guau, ¡qué motivación me ha entrado al leerte! conforme iba leyendo, más energía y fuerza me transmitía tu texto, sobre todo el último párrafo, ¡me ha encantado! sin duda son palabras para repetirse una y otra vez.
ResponderEliminar(saludos)
Es una entrada preciosa que me ha hecho lloriquear un tanto, estoy un poco tontorrona últimamente y me ha dado fuerzas para sonreír aún más. Gracias por escribir ♥
ResponderEliminarPorque sobrevives a ti mismo, al mundo, al despiste de vivir esta frase me ha encantado.
abrazos fuertes,
querido número impar.
¡joba! no estoy acostumbrada a leerte cantos de optimismo -yo tampoco soy de esos escritores-, y este, vaya, que sí, que funciona.
ResponderEliminarpero "No estamos destinados a no respirar con las canciones que nos sobrecogen, a no coger aire con fuerza, con ganas", no, rotundo no, sí que lo estamos, nacimos para eso, porque no hay nada que nos haga sentir más vivos ¿no te parece? no lo veo un desafío al destino, sino un canto bonito a él.
abrazos.
Qué fuerza desprende este texto. Muchas gracias por tu comentario. Hace tiempo tuve un blog de prosas y demás pero ahora me he hecho el de poesía porque es la manera en la que mejor de expreso a todas horas. Me ha gustado mucho, Adelante, usted también.
ResponderEliminar¡Brutal!
ResponderEliminarNo estamos destinados. Ya. ¿Y qué hay mejor que darle una buena patada en la cara al destino? Estamos destinados a cualquier cosa con la que soñemos. A respirar canciones y también a las prisas. ¿Por qué no?
El final, genial.
Me asiento por aquí. Mereces realmente la pena :)
Un besito.
[Porque no necesitas más porqués para salir ahí fuera y recordar que, aunque no lo sientas, formas parte de algo enorme, de algo que sobrepasa los límites del entendimiento.]
ResponderEliminarEs digna de hacerla ley de vida.
O de muerte.
No me ha encantado,
porque ha hecho más,
y es que cicatriza.
Un saludo con olor a sal,
del mar,
S.