16.3.15

Querida Reina del desastre.

Creo que ya no queda ningún espacio para ninguna herida rezagada en este cuerpo sonámbulo, creo que, de un momento a otro, irán cayendo uno a uno los pedazos que, milagrosamente, siguen sosteniéndolo.
Iba a decirte que no sufras, que todo llega. Que todo sana, que todo pasa. Que el tiempo, gracias a Dios, o al karma, lo curará todo, y lo pondrá en su lugar. O que la jodida ficha del dominó que le sigue a este desastre, ha decidido caer del revés. 

Pero eso sería pedirme demasiado. 

A cambio te diré que vas a encontrar un tono de gris más claro que el que te envuelve el corazón y te rasga el alma, y que cuando lo encuentres, sonreirás, con esa mueca de loba hambrienta que amenaza con destriparme cuando me acerco más de lo debido. 
Te diré que para Reina del desastre ya estás tú, y no ese intento de sofá hundido en el centro. Que se encuentran monedas de oro en tu lengua, y motivos para estrellar botellas en cabezas ajenas, bajo tus uñas de arpía. 

Que tu pelo es un manojo de vida, de hojas muertas y ramas, porque te has escapado del bosque más oscuro e impenetrable de todos. No sé, iba a decirte que, puestos a ser, podemos ser de lo peor que ronde por aquí, que puedo seguirte hasta que decidas poner un punto y final a esa locura de vida que llevas. Que incluso puedo dejar que me inundes los oídos con tu voz, o hacer que aniquiles mis emociones con tu orgasmo.
Podrías dejarme, podrías dejar que me quede contigo para que puedas destrozarme, destrozarte, y destrozar el aire que nos rodea, tú sola, tan potente como una tormenta de verano, así de salvaje, así de rota. 

3 comentarios :

  1. me encanta, Trece, me encanta y creo que después de todo lo que me has contado, te he contado, hemos hablado, y llorado, y reído escribiendo, puedo decir que es bestial y que me vuelve a encantar.

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  2. Rota, desastroza, o probablemente indomable hasta de vos misma. De la forma que sea, seguís viva mientras escribas, mientras destiles sentimientos que te llenan de aire para tomar un nuevo impulso, una nueva forma de seguir.

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  3. "y que cuando lo encuentres, sonreirás, con esa mueca de loba hambrienta que amenaza con destriparme cuando me acerco más de lo debido."

    Mágica rabia la que tienes tú en las palabras, Trece. Mágica.

    Un abrazo con olor a sol en la piel,
    S.

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