Te has acostumbrado a las sombras en la (casi) completa oscuridad, en los objetos que se convierten en fantasmas y la quietud que parece una fiera agazapada a punto de atacar. Te has acostumbrado tanto, que enciendes la luz y te ahoga la rabia, y el miedo; no estás en el mundo imaginado, estás aquí, un día tras otro. Un despertar tras otro.
Y has deseado el mar, las olas y la arena. Has deseado reír y largas carreteras, cerveza fría, conversaciones tontas y no tan tontas. Has deseado dejarte ir.
Al final es solo eso; una sombra, un límite, la falta de luz.

Es lo conocido, lo cálido, lo cómodo, lo único que le da sentido al día a día.
ResponderEliminar[Sublime]
Pero también el umbral de todo lo posible: la falta de luz.
ResponderEliminarHe tenido que leerlo dos veces para darle sentido.
ResponderEliminarMereció la pena.
Me ha gustado. La imagen es ideal.
ResponderEliminarLa imagen es preciosa, y al texto le da toda la tranquilidad de la que carece.
ResponderEliminarEs imposible que no me sienta identificada.
Precioso.
♥