25.8.15

Aún quedan comienzos.


Sé que vuelves cada noche después del trabajo, vuelves a casa y para entonces yo también estoy ahí. En el sofá rojo, tu color favorito. Firme pero mullido en las zonas indicadas. Vuelves y descorchas la botella de vino, vino de Oporto importado de Portugal. Vino blanco, dulce, como a mí me gusta. 

Sé que te descalzas y te imagino al borde de la cama; no sabría decir si es más suave el tacto de las sábanas, la piel de tus muslos, la de tu cuello o la de tus manos. Pienso en ti, mi tierra firme. Y entonces me asalta un recuerdo; tu sonrisa frente a mí, hablas de hechizos y brujerías y yo no me creo nada Yo ya no creo en nada nunca. Pero eres tú y escucho. Dices que hay una Diosa en el mar a la que le gusta recibir regalos. Das tres saltos hacia atrás, dices mientras gesticulas con las manos, entonces pronuncias unas palabras y depositas la ofrenda en el agua ¡Así de fácil! Me pregunto si puedo depositar yo también un regalo en tus orillas, en tus aguas. 

Me cuesta ser feliz, me cuesta darme la oportunidad de serlo. A mi alrededor todo es ceniza y parece que no hay viento capaz de llevársela toda, pero me soplas al oído, juegas con mi pelo y admito que a veces se me olvida que la lluvia puede al fuego. Le has ganado la batalla a mis tristezas y a esa ebriedad que a veces me asalta, ese batir de alas tristes que me mueve la sangre, no es nada comparado con el pensamiento de que tú vas a cruzar esa puerta. Y comienzan a moverse los engranajes, aún queda esperanza, me digo. Aún quedan comienzos. Y te llevas como regalo todas mis sonrisas, le quitas el polvo a los recuerdos buenos y me cuentas tu día en nuestro sofá, y ya no sé si es el vino lo más dulce o si lo son tus labios de sirena, fríos para mis quemaduras.

Me doy cuenta de que creo en ti como toda magia posible, en esa sonrisa blanca como espuma de mar.

4 comentarios :

  1. Qué bonito, Trece, de verdad, qué bonitobonito. Hay personas que son esa blancura de espuma de mar y la lluvia en tiempos de sequía. Tenemos que saber hacer que se queden en nuestra vida, aunque a veces cueste.
    Son muy luz al final del túnel.

    abrazo fuerte,
    W.

    ResponderEliminar
  2. me ha encantado, en serio ^^, desde el principio hasta el final. Hay personas que llegan para borrarte tus tristezas, para hacer que vuelvas a empezar, y eso es genial. Me quedo con frases como "A mi alrededor todo es ceniza y parece que no hay viento capaz de llevársela toda", y cuando hablas de labios fríos que curan heridas... ai, sencillamente precioso.
    Me alegro mucho de haber encontrado tu blog, un besito
    http://letrasdepaloma.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Qué maravillas las personas que son toda la vida de las promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Y qué maravilla leerte. De verdad, Trece, escribes bonito porque escribes lo que sientes, qué decir de cómo sientes. No lo dejes nunca.

    Un abrazo con mucho viento,
    S.

    ResponderEliminar