8.12.17

Ciudades y borracheras.


Enamorarse debe ser cerrar los ojos a la noche y abandonarse a los sonidos de la pequeña ciudad que habito; el murmullo del riachuelo entrando por mi oído izquierdo, el vaivén de los vehículos, a lo lejos, por el derecho. La nariz más parecida a una cereza congelada, la voz ahogada en cerveza; escondida en la garganta, expectante. Abandonar el lugar y la oscuridad y adentrarse en la ciudad, llegar a casa y sentir a medias, gracias al frío, el bajo de la camisa robada acariciando mis muslos. Creer que mi desnudez es la sed de otro, que mi piel, simplemente, es un órgano cohibido, herido y agazapado. Ir descongelando, poco a poco, la embriaguez de la noche. 

Al final, que me reciban las sábanas vacías, frías, pero muy por encima de mi temperatura corporal, carraspear un par de veces y dejarme llevar por el cansancio acumulado. 



Enamorarse debería ser lo contrario a esta noche. 

O no. 



2 comentarios :

  1. Enamorarse es todas esas cosas y más. Y no son todas esas cosas, son menos. A veces me pregunto qué sería enamorarse, y la verdad es que tu texto se le parece mucho.

    De verdad, qué bonito escribes.

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  2. Tú y esa manía tuya de escribir todo tan, tan enorme.
    ❤️

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